domingo, 20 de septiembre de 2015

Dos indígenas wayuu murieron en ataque del Ejercito venezolano en la Alta Guajira

Dos indígenas wayuu murieron y uno resulto herido en la linea limítrofe cuando el Ejercito venezolano les disparó a las 4 y 30 de la tarde de ayer cerca del vecindario indígena de Winpeshi (Uribia). Los wayuu regresaban de un velorio cuando fueron atacados por los uniformados venezolanos sobre la línea limítrofe entre los dos países . La patrulla estaba integrada por tres soldados venezolanos que huyeron cuando los asistentes al velorio llegaron a auxiliar a las victimas lo que evitó que el número de muertes fuese mayor
Los indígenas asesinados fueron identificados como Henry Iipuana Gonzalez de 28 años de edad.y Elver Ramirez Epieyuu de 27 años En estos momentos oficiales de la Policía Nacional de Colombia investigan los hechos y se encuentran reunidos en el territorio guajiro con familiares de las victimas..Los cuerpos delos indígenas son traslados a Riohacha para practicarles la respectiva necropsia. Los habitantes de esta zona de la Alta Guajira han denunciado las continuas incursiones de uniformados venezolanos al lado colombiano de la península de La Guajira

sábado, 19 de septiembre de 2015

El zult, selce o chel y los circuitos en la cocina del Caribe

El zult, selce o chel y los circuitos en la cocina del Caribe


Weildler Guerra Curvelo

Ver el Caribe a través de los límites arbitrarios de los países es una imperdonable  mutilación. Si trazáramos nuevos mapas a partir de la música, el arte y el comercio    podríamos observarle en movimiento y captar sus históricos flujos, las insospechadas conexiones demográficas y los dinámicos circuitos económicos y culturales de esta extensa región.  Una perspectiva singular  nos la proporciona su heterogénea cocina. De su examen detenido obtendríamos una rica y poco convencional cartografía que explicaría quizás la lógica de algunas rutas comerciales en la colonia, como aquella que los cronistas llamaron  El camino de Jerusalén que conectaba a Holanda y sus islas en el Caribe con las provincias de la Nueva Granada.

Los hondeases penetraron en el siglo XVIII bien directamente o bien a través de los contrabandistas neogranadinos al interior del virreinato. Esa presencia continua en la república a través del comercio con sus posesiones insulares en el Caribe    Las huellas de esa presencia se pueden rastrear en los platos regionales. Uno de esas preparaciones es el “ zult”  consumido extensamente  en Holanda durante la navidad.

Como ocurre con muchos platos del caribe este puede tener diferentes denominaciones en los distintos países que conforman esta vasta región.  El zult es llamado sult en el papiamento de Aruba y Curazao, selce o celse en la región de Coro, en Venezuela. En la península de la Guajira, en Colombia, se le llama chel, probablemente una castellanización de su nombre original. El profesor José Rafael Lovera, una indiscutible autoridad en la historia de la alimentación en el Caribe, le atribuye al Selce coriano un claro origen curazaleño. El chel guajiro  es un encurtido de cabeza de cerdo que  se cuece con ajo y sal y finamente se corta en delgados trozos, se enfrasca durante varios días con vinagre, picante, cebollas y pimienta para luego servirse a temperatura ambiente . Suele consumirse en navidad o en  ocasiones festivas. No se acostumbra servirle como  plato principal y puede emplearse como un entremés. Su sabor es ácido y el grado de picante va en el gusto personal o familiar. En la isla de Aruba se suele consumir con mayor grado de picante que en Colombia y es famoso el que prepara y envasa Jossy Brokke.

El mejor gusto, afirma  David Le Breton, es un prisma cultural proyectado sobre el alimento. Estas recetas, que se conservan en antiguos barrios de marineros, suelen caer en desuso asediadas de manera inclemente por la comida rápida y estandarizada que busca un comensal poco exigente y solitario. La lenta preparación de ellas conlleva pequeños e inolvidables rituales para compartirla. De esta forma  el sabor del mundo, se experimenta ante todo en el goce de alimentarse con comidas cargadas de historia, que nos vinculan a los demás y que nos conectan con otros lugares del Caribe y Europa,, con sociedades cercanas o distantes  con las que hemos estado vinculados en el pasado por antiguos circuitos, por rutas abiertas o clandestinas como el olvidado camino de Jerusalén.

wilderguerra@gmail.com







viernes, 11 de septiembre de 2015

Declaración de la Junta Mayor de Palabreros Wayuu ante la crisis en la frontera

11 de septiembre de 2015 a las 14:36
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A LOS PRESIDENTES DE COLOMBIA Y VENEZUELA

Los miembros del Pueblo wayuu, en nuestra condición de pobladores originarios de la península de La Guajira, dotados de organización social, lengua y sistema normativo propios anteriores a la existencia misma de las jóvenes repúblicas de Colombia y Venezuela, les expresamos, a los Presidentes JUAN MANUEL SANTOS y NICOLÁS MADURO, lo siguiente:

En este territorio peninsular, que es uno solo y forma una red ordenada de lugares y caminos conectados por las huellas de nuestros ancestros, en donde distintas generaciones de  nuestros clanes han abierto senderos para los encuentros multiplicadores de la vida, continuamos hoy con la labor de mantener amplios los horizontes de estos caminos y hacer, en las altas temperaturas de nuestras tierras acogedoras, sombras para la amistad y, de la aridez de la superficie ancestral, huerta de cultivo de la convivencia.

Los wayuu somos el pueblo indígena más numeroso en ambos países y pretendemos ser punto de unión y no de divergencia entre las dos repúblicas, lo que legitima nuestra palabra y otorga autoridad a nuestra postura. Les recordamos, a los Presidentes NICOLÁS MADURO y JUAN MANUEL SANTOS, el inmenso sueño de Bolívar, plasmado en la Carta de Jamaica, de erigir la capital de La Gran Colombia en los confines de los dos países, en uno de los grandes puertos guajiros.

SEÑORES PRESIDENTES: les ofrecemos la milenaria experiencia de nuestros palabreros para la búsqueda de la armonía entre los dos Estados soberanos. Estamos convencidos de que la estética es un principio rector de las transacciones humanas. En consecuencia, el diálogo deberá proponerse, concebirse y tejerse con la aplicación y destreza con que nuestras mujeres tejedoras elaboran una preciosa mochila y ser tan armónico como un delicado collar. No somos ni jueces ni árbitros entre los dos gobiernos, sólo somos mensajeros sencillos, transitorios y solemnes de palabras de paz. La actual situación no beneficia a ninguna de las partes, ustedes como mandatarios concurren en un momento único ante el auditorio de la memoria y de la historia y, en consecuencia, sus gestos y acciones deben estar orientados hacia un horizonte sublime.