domingo, 11 de marzo de 2012

El vuelo del mediodía

Weildler Guerra Curvelo
Las perspectivas para el transporte aéreo en la Región Caribe son positivas, considera un reciente estudio del Centro de Estudios Económicos Regionales, CEER, del Banco de la República. En todos los aeropuertos de la región se están realizando o deberán realizarse importantes obras de inversión en infraestructura  para poder atender la creciente demanda de pasajeros y aumentar los estándares de calidad. Los aeropuertos tienen un amplio impacto en las economías locales dado que generan encadenamientos  y  permiten que un mayor flujo de personas visite determinado lugar y así aumentar su potencial turístico lo que origina cambios importantes en las estructuras comerciales de las ciudades, afirma la investigadora Andrea Otero autora del documento La infraestructura  aeroportuaria del Caribe Colombiano.
El país ha aumentado su conectividad en los últimos años. Para el 2014 se espera recibir cuatro millones de visitantes del extranjero. Durante el año 2010 los ocho aeropuertos del Caribe Colombiano movilizaron más de cinco millones y medio de pasajeros. De nuestros ocho aeropuertos cinco son internacionales: Barranquilla, Cartagena  San Andrés, Santa Marta y Riohacha pero las diferencias entre ellos son muy profundas. En tanto que Cartagena movilizó por el Rafael Núñez 1.729.620 pasajeros por el aeropuerto de Las Brujas en Sucre se movilizaron tan solo 61.139.

La importancia dada al desarrollo aeroportuario en cada departamento de la región puede aportarnos provechosas lecciones. Al inicio de la década de los noventas la actividad del aeropuerto de Montería no era muy diferente da la de Riohacha; un solo vuelo diario la conectaba con la capital de la Republica. Por factores diversos Montería rompió ese aislamiento y hoy su terminal aéreo presta servicios a cuatro aerolíneas. Entre 2008 y 2010,  su tráfico de pasajeros por vía aérea se duplicó, pasando de 275.000 a 549.903. En contraste, Riohacha conserva su único vuelo del mediodía a Bogotá a través de la misma aerolínea y el número de pasajeros es el más bajo de la región con tan solo 40.680 personas al año.

El llamado vuelo del mediodía se considera el patito feo de los horarios aéreos. Ninguna aerolínea lo juzga atractivo pues trae múltiples inconvenientes de tiempo a sus usuarios. Los ciudadanos de Riohacha lo saben. Cuando van a viajar a Bogotá pierden toda la mañana esperando la llegada del vuelo y cuando llegan a esa ciudad en la tarde el tiempo es insuficiente para culminar sus diligencias. El costo pagado por este horario disfuncional para la competitividad de la ciudad es incalculable. Numerosos funcionarios de alto nivel y  empresarios destacados han declinado su viaje a la capital guajira por los inconvenientes que plantea el pronto retorno a su ciudad de origen. Lo más humillante es que no hay vuelos directos entre las ciudades de la costa. Para ir a Riohacha desde Barranquilla o Cartagena por vía aérea se debe viajar al sur, hacia los Andes, hacer escala en Bogotá y luego retornar al Caribe.              

A pesar de estos factores el futuro de su desarrollo aeroportuario como el del resto de la región  puede ser prometedor. Para ello la dirigencia guajira debe romper la maldición del vuelo del mediodía atrayendo nuevas aerolíneas, propiciar la construcción de un terminal de carga, estar atenta al cumplimiento de los planes maestros de los aeropuertos de la región y exigir de la Sociedad Futura Aeropuertos Nororiente S.A.S. que cumpla con su compromiso de invertir $8.525 millones en la modernización de su terminal aéreo. Si da estos pasos su aeropuerto podrá encontrar su rol como un emergente nodo subregional de transporte aéreo internacional aprovechando los nexos económicos y culturales de la Guajira con las Antillas Holandesas, Venezuela y Panamá.

 
wilderguerra@gmail.com



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