Un destacado investigador colombiano, amplio conocedor de la historia y la cultura del Caribe, contaba que habiendo llegado desde Bogotá a Sincelejo para participar en un evento académico quiso deleitarse con un plato representativo de la cocina local y pidió en el restaurante del hotel en el que se alojaba un añorado mote de queso.La fulminante mirada desaprobadora del mesero y su enérgica negativa le hicieron sentir como si hubiese dicho una obscenidad.
¿Sienten vergüenza los dueños de restaurantes de nuestras cocinas regionales?
Afirma el chef Andrés Ugaz, fundador del Centro de Cocinas Regionales en el Perú, que un restaurante turístico justamente recibe ese nombre porque en su carta se encuentran platos representativos del lugar.
La cocina, considera el peruano, es una de las pocas manifestaciones culturales que ha logrado mantener el orden territorial natural en nuestros países desde los insumos y productos que delinean territorios.
Sin embargo, en muchas de las capitales departamentales del Caribe colombiano es difícil encontrar platos locales en las cartas de los restaurantes aun en aquellas ciudades como Riohacha que han gozado históricamente de un variado y extenso recetario local.Cuando recibimos invitados interesados en degustar los sabores regionales las poco imaginativas cartas ofrecen solo un convencional y repetido conjunto de platos de la cocina internacional que carecen de toda sorpresa para el visitante interesado en expandir su experiencia gustativa. Con ello acercamos lo lejano pero también alejamos lo cercano.
La cultura culinaria supervive principalmente en los hogares y los modestos puestos de cocina popular. Sin embargo, los dueños de estos últimos en muchos casos no son conscientes del inmenso valor patrimonial de sus preparaciones por lo que queriendo mejorar alteran la gramática tradicional de su propia comida creando combinaciones heréticas para nuestras abuelas. Ellos requieren apoyo especialmente en capacitación, otorgamiento de pequeños crédito y acompañamiento institucional.
Promover la valoración de nuestras cocinas regionales es tarea urgente de académicos, dueños de restaurantes y puestos de cocina, portadores de la tradición culinaria, funcionarios vinculados con el sector, entidades financieras y consumidores.Por ello en Riohacha el Banco de la República y la Cámara de Comercio de la Guajira realizarán el próximo tres de noviembre el I Simposio La cocina importa cuya conferencia inaugural estará a cargo de Hernando Torres-Fernández Ministro Consejero de Asuntos Culturales de la embajada del Perú en Colombia quien hablará del gran salto de la cocina peruana.
Este evento contará además con la presencia de reconocidas autoridades en el tema como Lacides Moreno, Esther Sánchez y María José Yances. El simposio se cerrará con un concurso de arroz de chorizo por ser un plato emblemático de la cocina guajira tradicional y que se encuentra en riesgo ante el avance desaforado de las hamburguesas y las salchipapas.
El reto consiste en preservar una cocina con identidad pero con capacidad creadora. Por ello el Simposio deberá consolidarse y realizarse anualmente en la capital guajira. Como ha escrito el antropólogo Sideny Mintz “una cocina no puede existir a menos que cuente con una comunidad que prepare su platos, los coma, opine sobre ellos y sostenga diálogos en torno a estas opiniones”.
Por Weildler Guerra Curvelo
wilderguerra@gmail.com
¿Sienten vergüenza los dueños de restaurantes de nuestras cocinas regionales?
Afirma el chef Andrés Ugaz, fundador del Centro de Cocinas Regionales en el Perú, que un restaurante turístico justamente recibe ese nombre porque en su carta se encuentran platos representativos del lugar.
La cocina, considera el peruano, es una de las pocas manifestaciones culturales que ha logrado mantener el orden territorial natural en nuestros países desde los insumos y productos que delinean territorios.
Sin embargo, en muchas de las capitales departamentales del Caribe colombiano es difícil encontrar platos locales en las cartas de los restaurantes aun en aquellas ciudades como Riohacha que han gozado históricamente de un variado y extenso recetario local.Cuando recibimos invitados interesados en degustar los sabores regionales las poco imaginativas cartas ofrecen solo un convencional y repetido conjunto de platos de la cocina internacional que carecen de toda sorpresa para el visitante interesado en expandir su experiencia gustativa. Con ello acercamos lo lejano pero también alejamos lo cercano.
La cultura culinaria supervive principalmente en los hogares y los modestos puestos de cocina popular. Sin embargo, los dueños de estos últimos en muchos casos no son conscientes del inmenso valor patrimonial de sus preparaciones por lo que queriendo mejorar alteran la gramática tradicional de su propia comida creando combinaciones heréticas para nuestras abuelas. Ellos requieren apoyo especialmente en capacitación, otorgamiento de pequeños crédito y acompañamiento institucional.
Promover la valoración de nuestras cocinas regionales es tarea urgente de académicos, dueños de restaurantes y puestos de cocina, portadores de la tradición culinaria, funcionarios vinculados con el sector, entidades financieras y consumidores.Por ello en Riohacha el Banco de la República y la Cámara de Comercio de la Guajira realizarán el próximo tres de noviembre el I Simposio La cocina importa cuya conferencia inaugural estará a cargo de Hernando Torres-Fernández Ministro Consejero de Asuntos Culturales de la embajada del Perú en Colombia quien hablará del gran salto de la cocina peruana.
Este evento contará además con la presencia de reconocidas autoridades en el tema como Lacides Moreno, Esther Sánchez y María José Yances. El simposio se cerrará con un concurso de arroz de chorizo por ser un plato emblemático de la cocina guajira tradicional y que se encuentra en riesgo ante el avance desaforado de las hamburguesas y las salchipapas.
El reto consiste en preservar una cocina con identidad pero con capacidad creadora. Por ello el Simposio deberá consolidarse y realizarse anualmente en la capital guajira. Como ha escrito el antropólogo Sideny Mintz “una cocina no puede existir a menos que cuente con una comunidad que prepare su platos, los coma, opine sobre ellos y sostenga diálogos en torno a estas opiniones”.
Por Weildler Guerra Curvelo
wilderguerra@gmail.com
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